Explotación en la industria turística
La trata de personas es el tercer mayor negocio ilegal del planeta, por detrás de las drogas y las armas. Es una forma de esclavitud de nuestros tiempos y las vacaciones de bajo costo y los viajes baratos la impulsan.
¿Qué es la trata de personas?
El objetivo de la trata es la explotación de las personas, ya sea para su esclavitud laboral o sexual. Con frecuencia las engañan o amenazan, las obligan a pagar deudas desorbitadas o a trabajar gratuitamente. Encontramos una definición aceptada comúnmente en la Convención de Palermo de la ONU:
La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción depagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
¿Cómo promueven las vacaciones de bajo costo la trata de personas?
Es frecuente encontrar la explotación en destinos turísticos. Los hoteles son anónimos y accesibles públicamente, lo que les convierte en lugares donde se puede ocultar la prostitución y delincuencia.
Es preciso capacitar al personal para identificar a las víctimas de la trata de personas y para dar la voz de alarma. Hay hoteles y aerolíneas que ya ofrecen esta formación.
Naturalmente, cuando se reducen los precios de las agencias de viajes y las aerolíneas, la capacitación se resiente. Los viajes baratos implican que al personal no se le ofrecen las competencias necesarias para cooperar con las autoridades y proteger a los más vulnerables.
El personal de los hoteles también es víctima de abusos de sus derechos humanos y laborales
El personal que trabaja en los hoteles es vulnerable por:
- la estacionalidad de la industria turística, que implica contratos apresurados, prestando escasa atención al bienestar del trabajador/a
- la reducción de costos puede llevar a un aumento de la mano de obra precaria, que es más vulnerable
- la tercerización y contratación de personal a través de agencia, que no pasa por los procesos de control que garantizan sus derechos y salarios, como la negociación colectiva.
Los sindicatos cambian las cosas
El turismo debería ser una industria atractiva para trabajar, con buenas perspectivas profesionales. La tercerización, subcontratación y la estacionalidad van en contra del turismo profesional y sustentable ya que reducen los salarios y escatiman en formación.
Los hoteles están empezando a comprender que tienen una responsabilidad en la lucha contra la trata de personas. Lamentablemente, hay quienes dan prioridad a los beneficios sobre el bienestar y algunos hoteles en la escala inferior del mercado no cumplen sus obligaciones.
Las compañías del sector turístico deberían velar por el bienestar de sus empleados y empleadas, tanto dentro como fuera del lugar de trabajo. Los turistas deberían contratar operadores responsables y pagar unos precios que reflejen el coste auténtico de explotar un negocio turístico responsablemente, incluyendo la capacitación y la retención del personal.
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