Documento de referencia:
En todo el mundo, los trabajadores y las trabajadoras del transporte por carretera afrontan serias presiones laborales debido a prácticas de licitación de bajo costo, horarios poco razonables y bajos salarios. Estas presiones tienen su origen en las empresas que dominan las cadenas mundiales de suministro (empresas clientes o “empleadores económicos”) y en un modelo de negocio basado en una excesiva dependencia de la subcontratación y un nivel de competencia que va más allá de la deslealtad y acaba siendo literalmente destructivo. Como resultado de ello, los conductores y las conductoras se ven obligados a trabajar demasiadas horas, conducir cansados o a altas velocidades, sobrecargar sus vehículos y escatimar en mantenimiento para llegar a fin de mes. Esto hace que las carreteras sean peligrosas para todos.
