En 2016, Ports of Auckland Limited (POAL) puso en marcha un programa de automatización con el que pretendía duplicar la capacidad del puerto. Prometió a la población de Auckland, a clientes y a accionistas mejoras en la seguridad, el medioambiente, la comunidad y la capacidad del puerto gracias a la automatización de su terminal de contenedores. Pero el proyecto de automatización fracasó en todos los sentidos. En lugar de mejorar el rendimiento, el proyecto provocó graves atascos, retrasos y costos adicionales para el puerto y sus usuarios, incluso si descontamos las perturbaciones causadas por la pandemia de COVID-19. Para compensar estas deficiencias, se ejerció presión sobre la fuerza laboral, lo que puso en peligro la seguridad, segó la vida de varios portuarios y triplicó el número de lesiones.
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Published 15 Apr 2024