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Los trabajadores de la economía de las microtareas suman otra victoria tras el cambio de rumbo de Hungry Panda

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Los repartidores australianos de Hungry Panda han sido los últimos en conseguir unos mejores derechos laborales dentro de la economía de las microtareas.

Después de semanas de protestas a consecuencia de unos recortes salariales que empujaron a más de la mitad de los repartidores australianos de Hungry Panda a unirse al Sindicato de Trabajadores del Transporte (TWU), la empresa de reparto de comida ha aceptado una serie de reformas.

Esta victoria histórica supone la readmisión en la empresa de dos repartidores despedidos por protestar contra los recortes, el restablecimiento de los salarios a los niveles anteriores o su aumento en algunas áreas, la introducción de un paquete de seguros por accidentes para todos los repartidores y la eliminación del sistema de clasificación por niveles para la gestión del rendimiento. Hungry Panda también se compromete a participar en las negociaciones con el TWU y los repartidores para resolver los problemas en materia de seguridad y calificaciones.

“Asistimos a un cambio de tendencia en todo el mundo a favor de los trabajadores y las trabajadoras de plataformas”, explica el secretario general de la ITF, Stephen Cotton, quien destaca las últimas victorias en los tribunales de España, Italia, los Países Bajos y el Reino Unido, que reconocen la existencia de una relación trabajador-empleador. Por su parte, la Comisión Europea está llevando a cabo consultas sobre los derechos laborales en la economía de las microtareas, que podrían acabar ratificando que a estos trabajadores y trabajadoras les corresponden unos derechos laborales equivalentes a los del personal con contratos tradicionales.

Los repartidores de Deliveroo crearon una red mundial la semana pasada para poner de relieve ante los inversores, de cara a la salida a bolsa de la empresa, la explotación en la que se basa su modelo de negocio. La red #Rights4Riders, que recibe el apoyo de la ITF, reclama mejoras en las condiciones, la seguridad y la remuneración de los trabajadores y trabajadoras.

“Las empresas que operan a través de plataformas llevan demasiado tiempo aprovechando el vacío legal existente para generar un valor de miles de millones de dólares a costa de sus trabajadores y trabajadoras”, sostiene Cotton. “Este último éxito en Hungry Panda pone de manifiesto el poder que surge cuando se unen y organizan los repartidores. Transmitimos nuestra enhorabuena a los repartidores de Hungry Panda y a nuestra afiliada TWU por esta significativa victoria”.

La ITF seguirá brindando su apoyo a los repartidores de todo el mundo en su lucha por obtener unas condiciones laborales mejores y más seguras y exigiendo a las plataformas de la economía de las microtareas que reconsideren sus explotadores modelos de negocio. El pasado mes de noviembre, la ITF publicó su decálogo de principios para empleadores de la economía de las microtareas, que contiene orientaciones destinadas a garantizar que los empleadores respeten los derechos humanos de sus trabajadores y trabajadoras.

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