Las 121 personas a bordo fallecieron cuando el vuelo 522 de Helios Airways se estrelló contra una montaña el 14 agosto 2005 en Grecia, procedente de Chipre. A la ETF y a la ITF les preocupa la criminalización del accidente y lo que califican de acusaciones con exceso de celo contra los profesionales de la aviación, tanto en Grecia como en Chipre.
En las cartas, enviadas el 14 enero, el secretario general de la ETF, Eduardo Chagas, y el secretario general de la ITF, David Cockroft, afirman: "Nos llama la atención que el informe sobre la investigación del accidente aéreo griego contiene graves incorrecciones respecto a la causa de este accidente y los supuestos errores u omisiones de la tripulación del vuelo accidentado... Lamentablemente, la obstinación de la Junta de Seguridad Aérea y de Investigación de Accidentes Aéreos Griega (AAI&ASB), al negarse a reabrir la investigación sobre el accidente a pesar de las nuevas pruebas, dejan desatendidas las causas verdaderas del accidente".
"Como consecuencia de ello se presentaron cargos criminales contra todo un profesional de la aviación, el capitán búlgaro Ianko Stoimenov, conocido por su excelencia como profesional y por su compromiso con la seguridad aérea. Nuestro sindicato afiliado búlgaro FTTUB declara que confía en la inocencia del capitán Ianko Stoimenov y le apoyan en este juicio... Creemos firmemente que la Corte de Apelaciones de Atenas debe sopesar todos los hechos que se les presenten y debe dictar su veredicto de manera imparcial y con distancia emocional".
Las cartas advierten también que este abuso en la investigación irá en detrimento de la cultura de la seguridad en la industria de la aviación.
