El 16 de junio, el secretario general de la ITF, Steve Cotton, escribió al cofundador y director de Uber Garrett Camp comunicándole que estos cambios suponían una oportunidad única para acabar con su “vergonzosa cultura empresarial” y le ha ofrecido la ayuda de la ITF para hacerlo.
Señalaba: "Uber debería abandonar su antisocial modelo de negocio, que socava o ignora los derechos de los trabajadores y trabajadoras y pretende evitar las regulaciones establecidas para proteger a pasajeros y usuarios de las carreteras y promover sistemas de transporte seguros y sostenibles".
"La ITF no está en contra del uso de una tecnología del siglo XXI que mejore nuestros sistemas de transporte, sin embargo... no toleraremos volver al empleo y las condiciones laborales del siglo XIX gracias a la llamada ‘economía de trabajos eventuales’".
"Uber es una empresa de transporte y sus conductores son empleados, por lo que tienen derecho a un salario mínimo, una seguridad social y otros beneficios laborales. Tienen el derecho natural a la libertad de asociación y a la negociación colectiva."
El mismo día, los sindicatos afiliados a la ITF Unia, SEV y syndicom de Suiza consiguieron impedir una colaboración entre Uber y la compañía ferroviaria nacional suiza, SBB, que planeaba integrar a Uber en su aplicación de planificación de viajes. Los sindicatos han instado a la operadora de correos suiza para que su filial Postauto AG elimine a Uber de la aplicación que ya está en funcionamiento.
Marc Urata, Secretario de transporte interior de la ITF, comentó que la victoria suiza fue el último éxito de los sindicatos de todo el mundo sobre el modelo de negocio de Uber, y que estos logros estaban inspirando una creciente confianza en que dicha compañía se verá obligada a cambiar.
El 13 de junio, en los Estados Unidos, un tribunal administrativo neoyorquino concluyó que tres conductores de Uber y sus colegas “en situación similar” estaban empleados bajo las leyes laborales del estado. Más información aquí.
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26 Jun 2017
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