Las trabajadoras y los trabajadores radicados en Bélgica, España y Portugal están finalizando el segundo día de huelga que habían convocado, mientras que las tripulaciones con base en Italia emprendieron ayer su huelga. Esta es la primera vez que las tripulaciones de cabina de Ryanair toman medidas reivindicativas de este calado en varios países.
Según nos informan los sindicatos afiliados a la ITF y a la ETF sobre el terreno, el miércoles fueron cancelados alrededor del 20 % de los vuelos de toda la red de Ryanair.
Ryanair está presionando al personal de otros países para que boicoteen a sus colegas en huelga y también afirmó que no pagará indemnizaciones a los pasajeros afectados, como exige la legislación de la UE. La empresa está demostrando a los pasajeros y a los trabajadores ser poco fiable.
Las tripulaciones de cabina se vieron obligadas a recurrir a la huelga debido a la persistente negativa de Ryanair a mejorar sus condiciones salariales y laborales.
Con el apoyo de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) y la Federación Europea de Trabajadores del Transporte (ETF), a principios de este mes los trabajadores y las trabajadoras elaboraron una Carta de las Tripulaciones de Ryanair que contiene sus reivindicaciones, como el fin de los salarios de pobreza, la gratuidad del agua potable durante sus turnos o la eliminación del empleo a largo plazo a través de agencias de contratación.
En lugar de iniciar conversaciones de buena fe con su personal, Ryanair se apresuró en calificar estas demandas de "inútiles". Una vez más, la empresa perdió una oportunidad de dar respuesta a sus trabajadores y pasajeros, y el resultado ha sido una huelga.
Stephen Cotton, secretario general de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte, afirma: "En los últimos dos días hemos visto el contraste diametral entre la valentía demostrada por los trabajadores y las trabajadoras de Ryanair y la incompetencia de los gerentes de Ryanair”.
"En lugar de acercarse a sus trabajadores, Ryanair se esforzó hasta última hora por obstaculizar la huelga, obligando a tripulantes de otras partes de Europa a cubrir a sus colegas en huelga. Al mismo tiempo, culpó a los trabajadores irlandeses cuando hicieron públicos los planes de reducir las operaciones en Dublín. Esta inmadura actitud contra los sindicatos y sus tácticas de intimidación hacen dudar de si la gerencia actual es capaz de dirigir la empresa hacia un modelo de negocio sustentable y sindicalizado".
Eduardo Chagas, secretario general de la Federación Europea de los Trabajadores del Transporte, afirma: "Estas huelgas lanzan un mensaje muy claro: las tripulaciones de cabina no se rendirán hasta que se satisfaga su demanda de un trato justo. Ryanair no puede hacer que este problema desaparezca simplemente ignorando a sus trabajadores y trabajadoras".
"Al defender sus derechos, las tripulaciones de cabina y sus sindicatos están desafiando la cultura del miedo que lleva mucho tiempo imperando en Ryanair. La compañía debería sentarse a la mesa de negociaciones, de buena fe, y ofrecer mejoras reales a los trabajadores, o esperar a que se convoquen nuevas huelgas en las próximas semanas y meses".
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